Mis días siempre son anecdóticos, llenos de música, de situaciones raras, con tiempos de comedia... Si, con tiempos de comedia, mis días parecen un perfecto Reality Show. De todas mis aventuras, mi reciente viaje a Cúcuta y San Antonio del Táchira, gana.
Desde hace más de un año vivo en Colombia, como muchos saben vine a grabar Isa TK+, una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Al terminar de grabar, y luego de irme de gira por Latinoamérica, decidí regresar a Colombia y estudiar opciones de trabajo, Gracias a Dios, tengo un equipo de management increíble, y tramitamos una visa de trabajo para mi. La forma más rápida era viajando a Cúcuta, sellando el pasaporte de salida, luego sellándolo de entrada en San Antonio del Táchira, ir al Consulado de Colombia en Cúcuta, entregar mis contrato y listo, en un par de horas tendría mi visa, y a eso de las 4pm podría regresar a Bogotá, con mis papeles en regla y todo listo para arrancar nuevos proyectos en Colombia. Esto hubiese pasado en el panorama de una persona con una vida normal, ahora vean que me sucedió a mi, una vez que llegué al consulado, luego de madrugar a las 4am para coger el primer avión... Obviando el madrugonazo, y las respectivas fotos que me tomé en los aeropuertos, con el conductor del taxi, y con todas las personas que estaban también tramitando sus papeles, paso a la oficina donde uno es entrevistado y te revisan todo el material, material que había sido cuidadosamente revisado en Bogotá, y que mágicamente carecía de una cláusula en mi contrato... La gente del Consulado fue muy gentil, llamé a Bogotá, pedí q me hicieran un contrato nuevo, se llevó a la notaría, en fin, llegaría a mis manos a las 4pm, y trabajan hasta las 3pm, por lo que debía dormir esa noche bien fuese en Cúcuta o en San Antonio, yo ligando mis dedos, deseando que llegara todo a tiempo, pero no sería posible, porque el siguiente avión que llegaba de Bogotá llegaba a las 4pm.
Tuve que tomer un mototaxi, aqui la primera aventura para que me llevara de regreso a Cúcuta, que cabe decir es una ciudad mucho más desarrollada que San Antonio, y comienzo a buscar hotel... No consigo habitación en ningún lado, porque para esos días se celebraba El Reinado Internacional de la Frontera. Como soy muy amiguero, me acordé que tengo una amiga que tiene a su familia en Cúcuta, a ver si me podía ayudar a esperar mis documentos y darme alojamiento hasta la mañana siguiente, cuando si pudiera tramitar la visa... Error... Su familia en los Estados Unidos... Pero gentilmente me pone en contacto con un amigo, quien organizaba el reinado. El Sr. me hospeda en el mejor hotel de la zona, claro, era él quien tenía todas las habitaciones reservadas. Y me invita a comer en el restaurant del hotel, a eso de la 1:00pm. En la comida, yo rodeado de Misses, que venía de México, El Salvador, Colombia, Venezuela, Perú y hasta Rumania, por nombrar algunas, me entero que voy a ser el Presentador a la Prensa, del primer día del Reinado. Yo sin ropa, muerto, en una aventura a lo Chevy Chase, me encuentro con que el equipo de producción me tenía hasta la ropa para presentar el evento. Conocí a toda la política de la ciudad, me trataron como a un Rey, y presenté el reinado... La verdad la pasé bien. Los documentos llegaron, y un personal de logística lo recogió por mi, a la mañana siguiente me facilitaron un transporte y llegué a tramitar mi visa nuevamente.
Para mí era increíble que me estuviesen pasando tantas cosas en dos días, y no paraba de darle Gracias a Dios por poner tantos ángeles en mi camino. Feliz con mi visa de trabajo regresé a Bogotá, y en el avión, justo en el asiento de al lado tengo por suerte a Arnold, un gran amigo de la universidad que venía a pasar unos días en Bogotá... Que buen viaje, que aventura...
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