Bien saben todos que los superhéroes siempre han sido de mi total agrado. Desde muy niño he sido fanático de Superman y Batman, ellos dos para empezar. Mi mamá recién me contaba que iba a la guardería disfrazado de Superman, y que mis pijamas tenían capa, cosa que no dudo porque actualmente uso boxers con comics estampados. Conozco las historias de los personajes de Marvel y DC como quien recita a La Biblia, los he visto en sus versiones animadas y en cada una de las reinvenciones que el cine nos presenta. Los Norteamericanos en su afán de salvar al mundo de la destrucción por parte de extraterrestres o mentes criminales ( cosa que es un reflejo de su realidad absoluta ), nos muestran a estos personajes de estaturas colosales y cuerpos cincelados cubiertos de hule, una y otra vez de las mil maneras posibles, convirtiendo a los Superhéroes casi en la base de su economía. Lo interesente de todo esto, es que vamos a ver estas historias una y otra vez, sabiendo que no veremos nada n