Willy Martin

Por cosas del destino, hace más de un año vivo en Bogotá, Colombia. Fu a grabar una serie de TV, luego realicé una gira, y decidí quedarme, porque es una ciudad de buenas oportunidades, de grandes proyectos televisivos, donde ahora tengo buenos amigos, en fin... Una sucesión de factores me hicieron quedarme con todas mis cosas en Bogotá.  Sin pedirlo, pensarlo ni buscarlo, y luego de trabajar en dos proyectos más, uno para Telemundo y otro para FOX, me hacen una oferta para venirme a Venezuela a trabajar en un nuevo proyecto y acepté ( de lo que hago ahora se enterarán en su momento ) ... Estoy feliz, y es a donde va mi post de hoy, me he reencontrado con un país que resurge a nivel artístico como un Fénix, lo que estoy haciendo cumple con un standard internacional absoluto de calidad, fui al teatro  y vi "Actos Indecentes", quedé impresionado con la impecable propuesta escénica, las actuaciones, y la obra en general, así como "A 2,50 La Cuba Libre", montaje que pu

No es el costo, es el valor... Así le decía al muchacho que me robó mi celular. Para empezar esta historia debo comentarles que hace un par de días, estaba cambiándome de ropa de una escena para otra, y de pronto sin darme cuenta mi celular desapareció, si así mismo, desapareció "sin ton ni son", acto seguido llamo a mi número de teléfono, temiendo lo peor, haber sido robado, y solo pensaba en una cosa MIS CONTACTOS , si, en mi celular hay un promedio de 1.000 contactos, todos relacionados con el trabajo, sin pensar en familiares y amigos. A medida que hablaba con el presunto ladrón sólo podía repetirle, no es el costo, es el valor. Porque pensaba en el valor de todos esos números. Ofrecí un rescate por mi celular, un Blackberry que compré en Bogotá hace un año aproximadamente, y con el que me mantenía en contacto con todo el mundo, además de revisar todas y cada una de mis redes sociales, servicios de mensajería y correos electrónicos... Cómo? fue el momento de entrar en pán

Regresé a Caracas hace apenas unos días, luego de una larga estadía en Colombia, donde trabajé y viví, fui feliz, hice grandes amigos, y donde considero sigo viviendo. Este regreso es con la finalidad de crecer profesionalmente y realizar una nueva aventura, de la que les hablaré en su momento. Ahora bien, Caracas, había olvidado lo verdecito de este Avila, un Avila que veo cada mañana y que abraza a la ciudad de punta a punta. Había olvidado que aquí el cielo, así lluevan mares, siempre es azulito, y que el clima siempre es perfecto para llevar bermudas o camisa... Había olvidado las opciones gastronómicas y descubrí nuevos sitios, uno de nombre Veranda, con comida deliciosa y una decoración impecable. Me reencontré con amigos, y sobretodo con mi profesión. Este paso de algunos meses por mi ciudad, me recarga de una energía inmensa, allá se que me esperas Bogotá, estoy agradecido con lo que me has dado, las oportunidades, los amores en el corazón, los pensares en la mente. Ahora esto